Jorge Meléndez Preciado
El PRI tenía muchas formas de ganar elecciones: desde el “Ratón Loco” hasta el robo de urnas pasando por la poco difundida, “Operación Faquir”, que evitó la llegada a la gubernatura de Nayarit, de Alejandro Gazcón Mercado (PPS).
Pero lo más característico de la nonagenaria agrupación era triunfar a “billetazos”, comprando todo lo que se podía: desde medios a ciudadanos. El llamado partidazo lo pudo hacer impunemente hasta antes del 2000. A la llegada de Fox- Calderón, utilizó como sus alfiles para conseguir dinero amplio, a los gobernadores del viejo régimen, pero especialmente a los legisladores, quienes con el dúo Emilio Gamboa- Manlio Fabio Beltrones, aceptaron diversas modificaciones legales con tal de obtener recursos para su agrupación, aunque los dos mencionados también se favorecieron.
Llegado Peña Nieto, sus planes cambiaron. Utilizaron a la secretaría de Hacienda, a través de Luis Videgaray, José Antonio Meade y González Anaya, para hacer trasferencias de dinero a los mandatarios tricolores, con el fin de seguir gobernando en muchos estados. Lo que ni así les permitió el triunfo en varias entidades, por el desprestigio del tricolor y las raterías de sus encumbrados. Dos casos emblemáticos: Veracruz y Chihuahua.
Del primero tenemos a Javier Duarte, quien puede salir pronto de la cárcel por fallos absurdos de los jueces, amén de regresarle sus 42 propiedades. En el segundo, el triunfo de Javier Corral, político serio y responsable, instrumentó la Operación Zafiro, para demostrar que César Duarte, en Estados Unidos muy campantemente, había dilapidado la lana por montones y hasta comprado un banco asociado a varios empresarios.
Por esa maquinación estuvo preso Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, muy ligado a Manlio, el cual, asimismo, salió de chirona por la laxitud- complicidad de la justicia. Pero el proceso contra las trapacerías priistas continúa. Y en la misma, estaba llamado a declarar, Alfonso Lozano Gamboa, para saber la triangulación de dineros. Este junto con su familia, sorprendentemente, fue asesinado en Cuernavaca.
¿Quién era este señor? El jefe de la Política y Control Presupuestal de la secretaría de Hacienda, quien estuvo los seis años en esa posición. La cual, como su nombre lo dice no es técnica en el manejo de los dineros, sino ampliamente política.
Dicho funcionario supo, además, de todas las estafas maestras que hemos oído hablar y de otras más. Pero se le liquidó para que sus secretos jamás se dieran a conocer. Ejecución que admirarían las mafias de todo el mundo, el Vaticano, la CIA, la KGB, y otras organizaciones.
Entrevistado Javier Corral acerca del asunto, señaló que a la llegada de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Gertz Manero, presidente de la República y Fiscal General, respectivamente, lejos de obstaculizar las investigaciones del fiscal de Chihuahua, César Peniche, acerca de la mencionada Operación Zafiro, ha contado con el apoyo y la ayuda para llegar a varias cuestiones, entre ellas dos: que se extradite a César Duarte y se haga público como el PRI manejaba dinero por montones para comprar a funcionarios y seguir en el poder. Casos importantes que jamás han sido exhibidos plenamente.
Antes, todavía con Peña Nieto, recordemos, Chihuahua fue castigada injustamente por la Federación, al quitarle 700 millones de pesos de sus aportaciones federales que debía recibir, por tratar de llevar a prisión a César Duarte. Lo cual hizo que Javier realizara una Marcha por la Dignidad, de aquel estado norteño al entonces Distrito Federal.
Hoy algunas entidades se están endeudando como en la época de Humberto Moreira en Coahuila, que de 10 millones de pesos elevó el monto a 36 mil millones.
En momentos que se va a discutir un nuevo pacto fiscal debido a la rebeldía de siete mandatarios del PAN, PRI y el todavía existente PRD, es necesario recordar cómo se hacían las cosas antes.
También llamar la atención que Enrique Alfaro (Movimiento Ciudadano), de Jalisco, ya pidió empréstitos por 12 mil millones de pesos. Javier Cabeza de Vaca (PAN), en Tamaulipas, va en los 4 mil 600 millones. Mauricio Vila (PAN), de Yucatán, quería mil 728 de pesos, aunque el congreso local se lo impidió. Y Diego Sinuhé (PAN), Guanajuato, el estado más violento del país, ya gastó cinco mil 350 millones y recibirá créditos por otros cinco mil millones.
Dichas cantidades se pagarán en los próximos 20 años, lo que hará pobres durante ese lapso a las entidades quienes tendrán que pagar deudas e intereses, que en ocasiones resultan más elevados que el propio empréstito.
Política, dinero y asesinatos no tan extraños, conocido triángulo.